viernes, 24 de febrero de 2012

San Ke, sobrino de Arturo

Malo-Joseph de Garaby, canónigo y profesor de retórica de Saint Brieuc, en su libro de vidas de santos y beatos bretones (1839), pone el 24 de febrero la festividad de San Ké, conocido también por Kea, Cynan y Collodoc o Collodán.
Varios son los santos de nombre Cynan, que es el mismo que Conán y significa "perrito".
Éste es un santo cuyo culto, a pesar de que aún hoy existe en el pueblo de Cléder una fuente sagrada dedicada a él, está bastante venido a menos.


Fuente de San Ké en Cléder (Bretaña), con la estatua del santo.
http://fr.topic-topos.com/image-bd/france/29/fontaine-saint-ke-cleder.jpg
El folclorista Anatole le Braz , a finales del siglo XIX, cuenta que antes de ser sustituido por San Pedro como patrón de la iglesia de Cléder era el intercesor preferido por las madres para proteger a sus hijos de las enfermedades infantiles y que por eso su capilla siempre estaba atestada de gorritos y capotas de niño que se le ofrecían como exvotos. Después de su exilio, le quedaba la protección del ganado porcino.
No es esto cosa de poco, porque aparte de ser el santo del cerdito (San Antón, generalmente) un celícola importante en todo el mundo rural, el porquero es una figura que desempeña un papel misterioso, un personaje medio sobrenatural, en la mitología celta. 
La existencia de una obra teatral en córnico, Beunans Ke, escrita hacia el 1500 y descubierta (aunque incompleta) en el 2000 atestigua la importancia temprana del culto de este santo en la otra orilla del Canal de la Mancha.
La vida de San Ke nos lleva derechos a la leyenda artúrica. Según el hagiógrafo Albert Le Grand, que escribe en el siglo XVII (pero dice transcribir el manuscrito, anterior, de Mauricio, vicario de Cléder), el padre de Ke era Ludun, que el erudito Baring-Gould identificó con Lleuddun Lwydog, personaje semilegendario que es en la literatura el rey Lot, casado con la hermana Ana (o Morgausa) de Arturo y rey de Lothian y de las Orcadas. 
El rey Lot.
http://www.lancelot-project.pitt.edu/LG-web/Arth-ME-SV/BNFfr95-SV-ff162v-354v-1600-LGP/BNFfr0095-SV-f0181r-CP-01-1600.jpg
San Ke, sería, por lo tanto, hermano de Don Galván (Gauvain). 
Ke, pues, que había llegado a obispo, decide retirarse con un puñado de compañeros y un ángel le manda hacerse con una campanilla que le indicaría, poniéndose a sonar sola, el lugar de su retiro. Así lo hizo: el artífice de la campana fue el mismísimo San Gildas y donde la campana sonó construyó Ke -o Cynan- su monasterio.
Aquel lugar estaba en los dominios de Teodorico (ver la entrada San Fingar y setecientos setenta mártires).
Una vez, yendo de cacería el mal rey y persiguiendo a un ciervo, el pobre animal se acogió al asilo del monasterio; San Ke lo amparó  (un gesto semejante se relata también de San Gil). 
San Gil acogiendo al ciervo. Siglo XIV.
En represalia Teodorico se llevó consigo todas las bestias de labor de los monjes. Pero los ciervos, agradecidos, acudían a labrar las tierras de los frailes (un milagro semejante aparece en la vida de San Ethchen, ver la entrada Los ciervos blancos). Esto enfureció al tirano, que de una bofetada partió un diente a Ke. ¡Nunca tal hubiera hecho! Dios le mandó una grave enfermedad, y aunque pidiendo perdón al santo logró curarse no le sirvió de gran cosa, puesto que días después, ya repuesto, en otra cacería, cayó del caballo y se partió el pescuezo.
En cuanto a Ke, la fuente donde se enjuagó la boca tras el bofetón de Teodorico quedó por siempre dotada de poderes curativos para el dolor de muelas.
Engrandecido su monasterio gracias a las interesadas, aunque para él inútiles donaciones de Teodorico, Ke resolvió partir rumbo a Bretaña.
No teniendo ni una moneda para su viaje, pidió limosna a un rico labrador que estaba cerca de la mar en plena siega. Aquél, por irrisión, le señaló una parva inmensa:
-Todo ese trigo es tuyo, pero con la condición de que te lo lleves de una vez sin dejar una espiga.   
Ke y sus monjes se embarcaron mohínos y burlados, pero cuando estaban en alta mar vieron venir por el mar una extraña nube que resultó ser la parva, que los seguía volando, se posó junto a su nave y los acompañó hasta su destino (que fue en la playa de Cléder, un poco al oeste de Roskoff) sin mojarse lo más mínimo.
Ké fundó en Cléder un monasterio que prosperó rápidamente, pero no habría de durarle mucho la tranquilidad. 
Pronto recibió la llamada de auxilio de los obispos de Britania.
Aprovechando la ausencia de Arturo, que estaba en el continente, su sobrino Morded se pretendía alzar no sólo con el trono de Lloegr (el reino de Arturo), sino con su mujer Ginebra.
El incesto se estilaba mucho en aquella familia.
En previsión de la reacción de Arturo, Mordred había buscado la alianza de los paganos sajones de Childerico (tocayo del rey franco padre de Clodoveo).
Arthur Rackham. Combate de Arturo y Mordred.
Los obispos encomendaban a Ke la dificilísima misión de mediar entre tío y sobrino, acaso porque Mordred y Ke eran hermanos o al menos medio hermanos (según la versión, más tardía, de acuerdo con la cual Mordred no era hijo de Lot, sino de Arturo y su hermana Morgausa).
Nada pudo hacer Ke ante lo irrefrenable de la guerra sino aconsejar a Ginebra que abandonase el siglo, recomendación que de hecho siguió. 
Y el santo se volvió a Bretaña donde poco tiempo después falleció en su monasterio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario